Rosario de los hombres
El Rosario se ha convertido en un ejemplo de devoción, y el ofrecimiento del Rosario de los hombres es una práctica de oración que ha ganado muchos adeptos.
Un hombre invita al otro a reunirse en la Iglesia, a cantar y rezar al Padre Eterno y a hacer el Rosario de los Hombres.
En el Rosario, la oración se hace de forma comunitaria por los hombres. Cada semana se reúnen una vez con cantos apropiados y referencias bíblicas para que los pasos en la vida de Cristo y María sean pronto contemplados.
Cómo rezar el Rosario de los hombres
Divino Jesús, te ofrecemos este Rosario, que rezaremos, meditando los misterios de tu redención.
Concédenos, por la intercesión de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, las virtudes necesarias para rezarlo bien, y la gracia de ganar las indulgencias de esta santa devoción.
Ofrecemos, en reparación de los pecados cometidos contra el sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, por la paz del mundo, por la conversión de los pecadores y las almas del purgatorio.
Por las intenciones del Santo Padre, por la santificación de las familias, por las misiones, por los enfermos y moribundos, por todos aquellos que piden nuestras oraciones, por todas nuestras intenciones.
¡Amén!
Credo
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador de cielo y tierra.
Y en Jesucristo, su único hijo, nuestro Señor, que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de la Virgen María, padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos: al tercer día resucitó de entre los muertos, ascendió a los cielos, está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso: desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, la vida eterna.
Amén.
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
Reza tres Ave Marías
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
En el primer Ave María,
Dios te salve María, hija de Dios Padre: «Un Ave María».
El segundo Ave María,
Dios te guarde María, Madre de Dios Hijo: «Un Ave María».
El tercer Ave María,
Dios te guarde María, Esposa del Espíritu Santo, Templo y Tabernáculo de la Santísima Trinidad: «Un Ave María».
Gloria al Padre
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Proclamar los misterios
Primer Misterio Gozoso – (Los lunes y sábados)
La Anunciación del Arcángel San Gabriel a Nuestra Señora (Oración: Humildad).
Un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» rezan y, al final de este misterio, un «Gloria al Padre».
Segundo Misterio Gozoso – La Visitación (Oración: Amor al Prójimo).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Avemarías» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Tercer Misterio Gozoso – El Nacimiento de Jesús en Belén (Oración: Pobreza del Espíritu).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Cuarto Misterio Gozoso – La Presentación del Niño Jesús en el Templo (Oración: Pureza de Mente y Cuerpo).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Quinto Misterio Gozoso – El encuentro del Niño Jesús en el Templo entre los maestros de la ley (Oración: obediencia).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Primer Misterio Doloroso – La Agonía en el Huerto de los Olivos (Oración: se hace la voluntad de Dios).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Segundo Misterio Doloroso – La Flagelación en el Pilar (Oración: mortificación de los sentidos).
Un «Padre Nuestro» y diez «Avemarías» y, al final de este misterio, un «Gloria al Padre».
Tercer Misterio Doloroso – La Coronación de Espinas (Oración: el Reino de Dios en nuestro corazón).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Cuarto Misterio Doloroso – La Carga de la Cruz (Oración: Paciencia en tiempos difíciles).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Quinto Misterio Doloroso – La Crucifixión (Oración: Perdonar las ofensas).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Primer Misterio Glorioso – La Resurrección (Oración: Fe).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Segundo Misterio Glorioso – La Ascensión (Oración: Esperanza Cristiana).
Rezar un «Padre Nuestro» y diez «Avemarías» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Tercer Misterio Glorioso – La Venida del Espíritu Santo (Oración: dones del Espíritu Santo).
Cuarto Misterio Glorioso – La Asunción (Oración: Jesús por María).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Quinto Misterio Glorioso – La Coronación de Nuestra Señora (Oración: Gracia de perseverar hasta el final).
Reza un «Padre Nuestro» y diez «Ave María» y al final de este misterio un «Gloria al Padre».
Rezar el «Gloria» y la «Oración de Fátima»
«¡Oh! Jesús mío, perdónanos y líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo y ayuda a los que más necesitan tu misericordia.»
Y bendice al Santo Padre, al Papa, a nuestro Obispo Diocesano, y a todo el clero. Bendice a nuestras familias y danos tu paz. Mano de Dios, derrama sobre toda la humanidad las gracias eficaces de tu llama de amor, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Repita esta secuencia para todos los misterios
Salve Reina
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
Termina con la «Señal de la Cruz»
Sobre esta oración
El acto de la oración estuvo presente en la vida de Jesús, sus discípulos y todos los demás que los siguieron. Es a través de él que nos acercamos al Creador y nos volvemos más saludables en cualquier momento de la vida.
Se pueden hacer conferencias o presentaciones. Esto ha causado muchas transformaciones en la vida de las personas. El adulterio, la pornografía, las falsas religiones, los vicios, son dejados de lado. Mientras tanto, la familia comienza a recibir más atención y afecto.
¿Por qué sólo los hombres?
El objetivo del Rosario es llegar a toda la familia y no sólo al público masculino. La mayoría de las veces, la mujer es más religiosa que el hombre y acaba llevando a sus hijos y a su marido.
Por el factor psicológico, es perfecto que vivan en un ambiente sano con otros feligreses de la misma costumbre. Esto ayuda a fortalecer la amistad sincera e incluso a discutir sobre la salud, la familia, el trabajo, los hijos, entre otros.
Desde el punto de vista social, los hombres se acercan más al espíritu de equipo y se involucran más y son más responsables. Desde el punto de vista religioso, el rezo del Rosario de los hombres redime el sentido del don y el movimiento de la gran fe.
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