Oración para invocar a Dios
Dios nunca abandona a sus hijos, especialmente en tiempos difíciles, así que debemos invocar su presencia, pedirle que no se vaya de nuestro lado.
Los seres humanos que creen en el Dios Todopoderoso en algún momento de nuestras vidas se han sentido un poco desorientados o confundidos, y esta oración para invocar a Dios hará que te escuche.
Incluso con la conciencia de que somos pecadores, pero con la fe y la convicción de que Dios, con su gran misericordia, puede escucharnos y perdonarnos.
Cuando queramos o necesitemos invocar a Dios, no lo hagamos con una simple oración, ni tengamos miedo, lo hagamos con palabras profundas, donde pongamos nuestra fe y nuestras esperanzas sólo en Él.
Al invocar al Señor, debemos reconocer que somos débiles y que la vida a menudo nos presenta situaciones llenas de confusión. Nos sentimos limitados, angustiados, desesperados, en un laberinto sin salida.
Cuando clamamos a nuestro amado padre, a través de la oración para invocar a Dios, estamos reconociendo que estamos pasando por una mala situación, que estamos desolados y que necesitamos su presencia en nuestras vidas para seguir nuestro camino de verdad.
Oración para invocar a Dios
¡Dios mío! Padre celestial, en este momento de angustia y desolación, vengo a ti para rogarte que no te apartes de mi lado.
Tú conoces el temor de mi situación, eres el único que puede ayudarme a salir de este momento que perturba mi vida, sano y salvo, por lo que confío en tu divina misericordia, en esta petición.
Bendice a mi familia, Señor, guárdalos bajo tu manto protector, no dejes que caigan en la tentación y aleja de mí todo peligro.
Querido Padre, hoy necesito mucho tus dones, escucha mis oraciones y bendíceme con tu fuerza para que pueda afrontar lo que la vida me depara, porque sin tu ayuda no podré librarme de los problemas y la confusión.
Yo, tu hijo, te invoco en este día, Señor, y te agradezco porque sé que estás presente, te entrego mi corazón para que lo llenes con tu divina presencia.
Te pido que en este encuentro de adoración, pueda profundizar mi relación contigo y ser obediente a tu palabra.
Señor, todo lo que soy y te debo, te pido que me alimentes con tu amor y tu sabiduría.
En tus manos pongo mi nueva vida y la de mis seres queridos, danos la bendición de tu amado padre, para que nos renovemos como transformados según tu divina voluntad.
Te lo pido en el nombre de la palabra de nuestro Señor Jesucristo y el nombre del Espíritu Santo.
¡Amén!
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