Oración a la Virgen María
Cuando te encuentres en momentos de debilidad y sientas que no puedes llevar la carga, reza una de estas poderosas oraciones a la Santísima Virgen María.
La Santísima Virgen María, Madre de Jesucristo, elegida por el mismo Dios Padre, como la mujer poderosa que llevaría en su seno al Santo Mesías que nos salvaría siempre del pecado! La devoción a la Santísima Virgen es enorme, y millones de creyentes en todo el mundo se concentran en su imagen rezando, suplicando y pidiendo gracia.
Como una buena madre, María tomó sobre sí la tarea de proteger a todas las personas en la tierra, pecadores y no pecadores, porque su amor es infinito. Dios, el Padre, le dio la gracia de cuidar y amar a todos por igual.
Tómese unos minutos durante su día para dedicar una oración a María Nuestra Señora. ¡Que toda la gracia y el poder divino descanse sobre sus hombros y llene su corazón!
En 1927, en Egipto, se encontró un fragmento de papiro del siglo III. Esta oración a la Santísima Virgen María, Nuestra Señora, es la más antigua que se conoce.
Oración de consagración a la Santísima Virgen María
Para su protección, nos dirigimos a Santa María, Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas en nuestras necesidades, pero líbranos siempre de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!
¡Viva mi Reina de todas las almas!
Oración a la Santísima Virgen María
Madre María, me has protegido con tus ángeles y santos con tanto amor desde mi nacimiento, como lo hiciste con tu santo hijo, Jesucristo. Me enseñaste tantas verdades como si fueras mi madre biológica, y donde diste todas las herramientas para que mis padres me criaran en la persona por encima de la moralidad que soy hoy.
Hoy te ruego, Virgen Santísima, porque a ti consagro y venero mi devoción, mi corazón y mi amor eterno. Me has dado valiosas lecciones de vida. Me has acompañado en cada uno de los pasos que he dado hacia el éxito. Te pido mucho que sigas acompañándome hasta que mi cuerpo salga de este plan y pueda encontrarlo en las manos de los santos ángeles en el reino de los cielos.
Pon tu manto protector y la intercesión de la Virgen María sobre mí y protégeme de todo el mal, el miedo y la desesperación que se esconde. Protege mi hogar, mi familia, mis pertenencias y todo lo que más venero y considero sagrado, pues son las cosas que complementan mi personalidad y me hacen una buena mujer.
Poned en mí toda vuestra divina misericordia, afecto, docilidad, y permitid que el poder del Señor Dios, Jesús y los Santos Ángeles, enseñen a mi corazón, voluntad, alma y espíritu. Sabéis que soy una persona muy dedicada a Cristo y que consagro mi espíritu, humilde y amoroso. Dame la fuerza y el poder para continuar en el camino de Dios y alcanzar la vida eterna.
Amén.
Haga su petición a la Virgen María con otras oraciones
Puedes seguir las oraciones y plegarias con fe, lo que haces a la Virgen María con el «Ave María» o la lectura de varios versos de la Biblia que hablan de su bondad y valentía. Rezar el rosario antes de ir a la cama también te dará una conexión más profunda con tu santidad. Le permitirá alcanzar la paz espiritual que tanto desea.
Anímese a crear su oración o plegaria por la Virgen María, en la que puede incluir sus peticiones y agradecerle con gran humildad y respeto todo el valor y el bien que le ha dado a lo largo de su vida. Ella estará encantada de escuchar las palabras que salen de su corazón y que profesan un amor incondicional a Dios y a su palabra.
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