Oración a San Patricio

Me levanto en este día que amanece con ganas de triunfar y salir victoriosa de todo lo que el destino tiene para mí, incluso si se trata de algo que no sea de mi total agrado.

Lo hago con la alegría y regocijo del mundo porque sé que tú, querido San Patricio, estás junto a mí en todo momento.

He sido invocada por la firme necesidad de hablarle a quien ha sido mi mayor protección durante todo este tiempo y quien quiero que siga siendo mi apoyo incondicional en los duros días que están por venir.

Hablo únicamente de San Patricio, en quien he encontrado todo el consuelo que he necesitado ante situaciones en las que no puedo contar ni con mi sombra.

Sé
de personas que quisieran tener el poder de destruirme con todo tipo de
maldiciones, pero lo que no saben es que cuento con la protección de San
Patricio, ese que nunca me va a abandonar cuando requiera de él y de todo lo
que tiene para mí cada día de mi vida.

Incluso
aquellos que piensan que puedan vulnerar la acción del glorioso Santo contra
las maldiciones y los hechizos no van a poder hacer nada porque tengo la
defensa más importante de todas las que existen, la cual es mi inquebrantable
fe hacia quien sabe qué hacer para cuidarme de todo mal.

Solo a ti, querido y adorado San Patricio, es a quien yo le debo todo lo que soy y lo que he logrado porque me has protegido y me has resguardado como nadie en el mundo terrenal lo ha hecho.

Es por eso que se que siempre que lo requiera vas a estar para mí, incluso si no he sido el mejor de los fieles ni el que más ha rezado en tu nombre.

Solo te pido que me cuides como lo has hecho siempre y sepas que nunca voy a renunciar a la protección y que das siempre.

Solo tengo para ofrecer estas manos y esta boca que rezan en tu honor cada mañana como si fuera la última.

Amen.

Me
levanto hoy con todo el poder que me brinda Nuestro Señor Jesucristo a quienes
creemos ya adoramos sus palabras por encima de cualquier cosa en nuestro mundo.
Es por eso y mucho más que sé que no tengo nada que temer.

También
me levanto con la certeza de que mi adorado San Patricio siempre va a cuidarme
de todo mal, incluso si no he sido la persona que más ha rezado en su nombre.
Siempre lo tengo en mi mente y en mi corazón y sé que me cuida esté donde esté.

Este
maravilloso ser con su poderosísima coraza siempre me ha dejado muy claro
porqué es alguien en quien puedo confiar toda la protección de mi vida contra
quienes siempre me han querido hacer daño a través de medios oscuros que no
tienen nada que ver con la gracia del Padre Creador.

Sé
que para todas esas personas hay un escarmiento que les va a hacer replantearse
todo el horror que hacen con sus maldiciones y, en muchos casos, acciones
herejes que dejan bien claro su naturaleza mundana y muy alejada de lo que
Nuestro Dios quiere para nosotros.

En
vista de que no cesan en sus oscuros propósitos contra mi persona, he decidido
recurrir como en cada mañana a toda la protección que me pueda ofrecer San
Patricio con su potente escudo a prueba de todo daño que haya intentado
infringirse hacia mí.

Amen.

Mi querido y siempre adorado San Patricio, quien siempre me ha apoyado en todas y cada una de las circunstancias difíciles de mi vida, hoy más que nunca necesito de tus buenos oficios para colmarme de todas las bendiciones y suerte que sé que la vida tiene para mi en un futuro para nada lejano.

Siempre me he rendido a ti y buscado tu consuelo para cuando no tengo ni idea de cómo proceder en una determinada situación, lo que me hace estar plenamente segura de que puedo recurrir a ti una y todas las veces que sean necesarias para el logro de mis objetivos de una forma mucho más certera y entusiasta.

Siempre
me escuchas y sé que mis plegarias serán atendidas cuando menos me lo espere.

Amen.