Oración a Ochosi

¡Mi padre, Ochosi!

Tú que has recibido de Obbatala, el dominio de los bosques, de donde tomamos el oxígeno necesario para mantener nuestra vida durante el paso terrestre, inunda nuestros organismos con tu energía, para sanar de todos los males!

Tú que eres el protector del caboclo, dame tu fuerza, para que pueda transmitir toda la fuerza, el coraje necesario para soportar las dificultades que hay que superar!

Dame paciencia para soportar a los que se creen los únicos con problemas y desean merecer de las entidades todo el tiempo y la atención posible, olvidando a otros hermanos más necesitados!

Señor, dame tranquilidad y protección, cerrando mi cuerpo para superar toda ingratitud y calumnia!

Por favor, dame tu luz, coraje, aliento, ayuda, disposición, vigor, energías y protección para sanar mi ser para soportar el día a día.

Por favor, dame fuerza y cierra mi cuerpo para repeler a los que desean venganza y quieren a toda costa hacer daño a sus semejantes!

Ochosi, ¡gratitud!

¡Oh, cazador! Guerrero de una sola flecha, Rey del Bosque, Rey de Umbanda. Padre de la inspiración y la esperanza, dame las bendiciones de la prosperidad e inspírame con los pensamientos del bien.

Abre mi camino para que pueda ir bien en mi trabajo, o buscar un trabajo y así ayudar en el apoyo de mi familia, completar mis tareas con su curación, para que pueda cumplir con mis obligaciones y mis deberes en este mundo.

¡Muéstrame con tu sagrada flecha, los caminos correctos de la prosperidad en la vida diaria!

¡Okê Arô! Bambi ô clim Orisha!

Señor del desierto, en este momento, soy como tu flecha. Soy como la fuerza de su arco. Soy como su agilidad. Soy esperanzado y perspicaz. Estoy en la vida. Hazme, Cazador Soberano, una persona de éxito, y que haya abundancia en mi casa. Por favor, dame la sabiduría para actuar, más paz para construir mis ideales, más fuerza para seguir siempre a la prosperidad.

Ochosi, rey de los bosques, de la luna, del cielo azul, dame tu protección, para que sea más ligero que el pájaro volador, más libre que el caballo que corre, fuerte como el roble del bosque y más directo que tu flecha.

Y bajo tu protección en mi vida, Padre, ¡que gane, prospere y sea siempre feliz!

¡Okê Arô!

Mi padre, Ochosi,

Vosotros que habéis recibido de Obbatala el dominio de los bosques, de donde tomamos el oxígeno necesario para mantener nuestras vidas durante el paso terrestre, inundad nuestros organismos con vuestra energía para la curación y protección de los males!

Tú que eres el protector del caboclo, danos fuerza para que podamos transmitir salud para soportar el dolor y obtener la curación y el coraje necesarios para sobrevivir a las enfermedades que hay que superar!

Danos la paciencia para soportar el dolor y el sufrimiento, danos una mano para nutrir el alma enferma, y fuerza para las luchas que tengamos que tomar.

¡Danos el coraje para dar una palabra de aliento y consuelo a los que sufren enfermedades para las que, en el fondo, no hay cura!

¡Okê Arô Ochosi!