Oración de los desesperados
Si estás pasando por un momento complicado, sientes dudas, estás llena de odio, rencor, incertidumbre, o bien tu confianza hacia alguien en especial ha cambiado drásticamente, y te sientes por demás abrumada, tal vez estés pensando en la vía adecuada para desahogarte.
Tal vez sea momento de que consideres rezar una oración de los desesperados, para que puedas así alivianar todo cuanto te está consumiendo. O tal vez, desees colaborar con ese ser querido que esté pasando por un momento abrumante en su vida, y quieres brindarte calma.
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Oración de los desesperados
Dios, ten misericordia de aquellos que en este momento están pasando por un terrible momento. Libéralos de ese dolor y angustia, y devuélvele la calma a mí espíritu por tan tormentosa situación.
Si soy culpable o he puesto algún obstáculo para para lograr mi cometido en la vida, obtén de mí, mi respeto, mi arrepentimiento, padre sabio, ayúdame a superar los problemas.
No permitas que mi vida se llene de más sufrimiento, padre celestial. Antecede ante nosotros padre nuestro, protégenos de todo mal, no permitas que caigamos en depresión y desespero.
Vela por mí, por mis seres queridos, mi familia y amigos por esta angustia que estamos pagando. Padre nuestro que estás en todo tu derecho de ejercer tu poder divino protégenos de todo mal y toda maldad.
Santo Dios, ayúdame a alcanzar la tan anhelada gloria, te prometo ser tu devoto fiel y manifestar todo lo que me has mostrado y enseñado a todo aquel que implore por tu eterna ayuda.
Dios, omnipotente intercede ante mí en esta travesía, invádeme con tu espíritu de salvación y ten piedad de los míos, en sus malas obras.
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Motivo para hacer esta plegaria
En la mayoría de los casos, podemos llegar a tener un mal día para nosotros, verbigracia circunstancias que se presentan en una sola ocasión, como es la despida del trabajo, la ruptura con la pareja y la pérdida de un ser querido.
Llegando todo ello, a invadir nuestro espíritu, amilanar el ánimo, y hacernos flaquear en la fe, pero siempre hay una esperanza, una luz, y esta se encuentra en Dios, acude a él, ruega a los santos para que intercedan por ti y te ayuden a superar las malas rachas.
Recuerda que nada puede detener, y quien siempre clama a nuestro Padre Celestial, con la mayor de las fe y entregas, tendrá del mismo, la certeza de lo imposible, hecho realidad.